Hoy queremos hablar un poco de la famosa soltería. En ocasiones un tema tabú y en otras un tema muy hablado. En cualquiera de las dos, es un tema que puede causar mucha confusión sobre todo en nosotras como mujeres. Mencionaremos 6 de las mentiras que al menos nosotras hemos creído en algún punto de nuestra vida y las analizaremos a la luz de las escrituras. Esperamos que te identifiques y pueda ser de bendición.
Antes de empezar quisiéramos decir que sabemos que es un tema que puede ser delicado y que bajo ninguna circunstancia nos sentimos poseedoras de la verdad. Estamos sujetas a toda corrección y abiertas a lo que El Señor nos pueda seguir mostrando.
¡Empecemos!
1.- Es algo malo o es pecado
Tal vez no es muy común que hablemos de este pensamiento como tal, pero definitivamente es común que lo pensemos, incluso inconscientemente. Sobre todo cuando pasan los años y alguien sigue sin encontrar una pareja. Muy probablemente piensa que se encuentra en una mala etapa de su vida, o en una etapa de prueba que definitivamente no es la mejor. A veces, cuando vemos a alguien soltero y que tiene más de 28, pensamos que debe haber algo malo con ellos, confieso haber sido culpable de ese pensamiento.
Pero la verdad es que Dios dice algo completamente distinto.
Primero que nada debemos entender que la soltería es un estado. La soltería no puede ser mala en sí misma, sino es cómo la usamos y lo que creemos de ella lo que nos va a afectar para bien o para mal.
Segundo, debemos recordar que Pablo era soltero, y Jesús mismo también. ¿Cómo podría entonces ser algo malo o ser pecado?
Tercero, Pablo habló claramente respecto al tema, vemos en 1 Corintios 7:7 que él dice “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.”
Habla de la soltería como un don, o sea un regalo y no solo eso, ¡Sino que dice que proviene de Dios!
En su libro Let Me Be a Woman (Déjenme ser mujer), Elisabeth Elliot habla del don de la soltería y escribe:
Habiendo pasado ya más de 41 años soltera, he aprendido que en verdad es un don. No uno que yo elegiría. No uno que muchas mujeres elegirían. Pero recuerden: nosotros no elegimos nuestros dones. Nos son otorgados por un Dador divino que sabe cómo va a ser el fin desde el comienzo, y quiere, por encima de todo lo demás, darnos el don que es Él mismo.
Cómo dice Elisabeth, tal vez es un don que no elegiríamos, pero eso no quiere decir que sea algo malo. Muchas veces no elegiríamos comer verduras, sin embargo sabemos que son buenas para nosotras. Debemos confiar en que Dios sabe lo que hace. Sí Dios nos da el don de soltería, es algo bueno, porque todo lo que proviene de Él ¡Bueno es!
Ahora, que tú estés soltera en este momento no quiere decir que tienes el don, probablemente significa que tienes que aprender a contentarte cualquiera que sea tu situación y en su mayoría, aprender requiere esfuerzo e intencionalidad, no viene tan natural. Pero sí ya vimos que el don de la soltería es algo bueno que proviene de Dios, entonces tu etapa de soltería debe ser buena también. La cuestión realmente importante es:
¿La utilizaras para la gloria de Dios? ¿Sacarás provecho de tu tiempo para el crecimiento del reino De Dios?
O vas a estar distraída pensando en la mentira de que lo mejor de tu vida nunca llegará.
2.- “Ya me dejó el tren”
Este pensamiento es muy común después de cierta edad. Cuando alguna mujer no se ha casado después de los 30 definitivamente piensa que “ya la dejó el tren” Pero, ¿Qué significa eso? Esto significaría que había un momento específico para que ella encontrara una pareja y definitivamente ya lo perdió. Al decir esta frase estaría afirmando que ya se quedó varada en la estación, el tren a “su verdadero destino” se fue y ella no lo logró alcanzar.
¿Quiénes somos nosotras para pensar así? Debemos recordar una hermosa y a veces dolorosa verdad, y es que los tiempos de Dios no son nuestros tiempos, y que sus caminos son más altos. ¿Quién define la edad ideal para casarse? ¿Quién define que ya es muy tarde para nosotras o que lo que venía y no pudimos alcanzar es mejor que lo que tenemos ahora?
Tenemos que tener cuidado de qué o quién está moldeando nuestra manera de pensar.
Como dice Romanos 12:2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
3.- Es algo aburrido
¿Sabes cuando pensamos más de esta manera? Cuando nos comparamos con otras personas. Cuando vemos cuán divertidas se ven las publicaciones de alguien más con su pareja en redes sociales. Cuando vemos todas las actividades que pueden hacerse en pareja. Cuando vemos y deseamos las relaciones que vemos en las películas ¿Y sabes lo que la comparación te hará? Yo te digo, te robará el gozo. ¿Y sabes lo que realmente hay en tu corazón? Hay envidia. Y la envidia carcome y contamina.
Es fuerte, pero a veces no nos damos cuenta de lo que hay detrás de una simple mentira. El problema no es simplemente pensar que es aburrido estar soltera, el problema es lo que hay en nuestro corazón.
Pero no te preocupes, no estoy aquí para condenarte sino todo lo contrario. Estoy aquí para decirte que Dios es bueno y misericordioso, estoy aquí para decirte que solo Él puede limpiar tu corazón.
Cómo dice el salmo 51:10, oremos así al Señor.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
¿Sabes? El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1 :9)
4.- Estoy sola
Confieso que te entiendo. Es fácil sentirse sola aún rodeada de gente. Es fácil creer que estamos solas. Pero quiero decirte algo. Es muy diferente sentir que estamos solas, a saber qué estamos solas.
El sentimiento puede ser real, créeme lo he sentido. Pero ¿Sabes qué es más real? El saber, que no lo estoy. El creer que cuando Jesús dijo que estaría conmigo hasta el fin del mundo estaba diciendo la verdad. El saber que tengo un Padre celestial, todopoderoso que no me deja sola, que me ama y que nada me puede separar de su amor.
Yo estoy casada, y déjame decirte que eso no hace que no me sienta sola, tener una relación no es la solución a la soledad. La solución es abrir los ojos y aceptar la verdad, de que a pesar de sentir que estamos solas, Dios está con nosotros.
Es verdad, que en la vida hay momentos en los que no estamos rodeadas de mucha gente, tal vez no hemos encontrado buenos amigos, o nuestra familia es ausente o disfuncional. ¿Pero sabes algo? La soledad física no es mala, de hecho Jesús la procuraba. En las escrituras vemos como Él se alejaba de las multitudes en muchas ocasiones. Se alejaba para orar y estar en comunión con su padre.
Hubo un momento en mi vida, que aún teniendo gente a mí alrededor que me amaba, me sentí lo más sola del mundo, sentí que nadie me comprendía. ¿Y sabes? Ahora lo recuerdo como uno de los momentos más dulces de mi historia. Lo recuerdo como el momento en el que lo único que podía hacer era llorar en mi cama clamando el nombre de Jesús, repitiendo el único nombre que es sobre todo nombre, El único que siempre estará ahí. En ese momento podría SENTIR que estaba en una isla desierta, pero SABER que Jesús estaba conmigo.
La soledad es un buen momento para aferrarse al único que nunca te dejará. Él que llenará todos tus huecos. Él te ve aún en lo oscuro y en lo secreto.
5.- Estoy incompleta, me falta mi media naranja.
Cómo mujeres, esta es una idea que puede estar muy impregnada en nosotras. Es una idea que vemos muchísimo en las películas. Vemos como la pieza faltante en la vida del protagonista era una pareja. Y muchas veces pensamos que es eso lo que necesitamos para llenar nuestro vacío. Pensamos que no estaremos completas hasta que tengamos un novio. En ocasiones hacemos un ídolo del noviazgo o de la idea del matrimonio. Y no estoy aquí para hablar mal de este, creeme que no, amo el regalo del matrimonio y todo lo que simboliza. Pero ahora más que nunca puedo entender que mi esposo no es lo que me hace estar completa.
Mira lo que dice Colosenses 2:8-10
Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Estamos completas en Él. Solo en Cristo.
Hermana, creeme que no digo esto para minimizar tu anhelo de tener un matrimonio. No, es algo hermoso y El Señor conoce tus anhelos. Pero jamás anheles algo más de lo que anhelas a tu salvador.
No te dejes llevar por la hueca sutileza de que estás faltante de algo si ya tienes a Cristo.
6.- La soltería es un estado menos importante que el matrimonio
Esta mentira creo que tampoco es una que se grite a los cuatro vientos, pero pienso que es una que muy sutilmente se cuela en nuestros pensamientos. Creemos que el llamado más importante es el de estar casadas, sino ¿Qué vamos a hacer con nuestra vida? Van pasando los años y lo que sigue es casarse y formar una familia ¿No?
Mira lo que dice Pablo en la primera carta a los corintios capítulo 7 versículos 32 al 42:
Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
Mira como se expresa Pablo. La palabra congoja significa angustia, y esque aunque el matrimonio es un verdadero regalo del Señor, trae consigo congoja y aflicción de la carne. Hay que ser conscientes de eso. No saques tus ideas del matrimonio de películas que duran una hora y que son una actuación. No lo idealices. Así como tampoco podemos decir que ser soltero es fácil, tampoco podemos decir que el matrimonio lo es.
El peligro de esta mentira es que muchas veces podemos despreciar a los solteros o sentirnos mal por ellos o si eres soltera puedes despreciar tu estado y sentirte mal contigo misma ignorando el hecho de que cómo dice Pablo ¡Puedes tener cuidado de las cosas del Señor con más facilidad que alguien casado!
El punto no es disfrutar la soltería de una manera en que el mundo haría. No estás soltera con fin de concentrarte en ti misma, dedicarte a tu trabajo o estudios, o básicamente cultivar tu egoísmo. Sino todo lo contrario.
Puedes ocuparte de las cosas del Señor con muchísima más libertad. Puedes servir de una manera increíble, puedes dedicarle tiempos largos al Señor, puedes ofrecer tu tiempo en servicio a tu iglesia de una manera dulce y fructífera. El tiempo es un recurso no renovable, y en la soltería puedes ofrecerlo de todo corazón al Señor en servicio a hermanas que lo necesiten.
En conclusión, todas estas mentiras, en el fondo dicen algo sobre nuestro corazón.
Reflexiona si estás creyendo alguna de ellas y entrégale todos tus anhelos al Señor. Sé que no es fácil, pero no luches contra la etapa en la que estás, aprende a aceptarla y aún mejor a glorificar a Dios a través de ella.
Pídele al Señor que te de gozo a través de su Espíritu Santo y paz que sobrepasa todo entendimiento que solo se encuentra en Cristo Jesús.
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